En la Resistencia
Por Perla Anzúa Martínez
Vanessa solo buscaba JUSTICIA. No venganza, ni odio, solo quería volver a dormir tranquila e ir al trabajo sin temor a toparse de frente a su agresor. En medio del profundo dolor, sacó valor para pedir auxilio a sus jefes en la Auditoria Superior del Estado (ASE); en respuesta, la revictimizaron y acosaron como si fuera ella el viol#dor.
Hoy, uno de los que en ese momento era su jefe aspira a ocupar un cargo en el Poder Judicial, se trata de Oscar Lara.
VANESSA: UNA HISTORIA DE REVICTIMIZACIÓN Y ACOSO
Vanessa llegó en el 2018 a vivir a Victoria como muchas mantense lo hemos hecho, con la esperanza de tener mejores oportunidades laborales y de vida. Sin ninguna palanca, se postulo para su puesto en la ASE y por sus capacidades, preparación y experiencia, fue aceptada en lo que creyó sería el puesto de sus sueños.
La familia, amigos y los propios compañeros de trabajo, la describen como una chica tímida, introvertida y pacífica. “Ni toma, ni fuma, ni se mete con nadie”, tal cual me dijo una de sus compañeras del trabajo y varias conocidas en común.
Su único error, -si es que confiar en un compañero de trabajo puede considerarse así- es haber creído en la persona incorrecta.
Fue en el 2018 en el festejo de un cumpleaños donde ese compañero cometió su fechoría.
Antes de llevarla a casa le ofreció una bebida; una sola bebida que la dejo inconsciente, para que el sujeto pudiera cometer su aberrante acción.
Un mal día de febrero del año 2024 caminaba por los pasillos de su trabajo cuando vio a su agresor entrar a la oficina del jefe. Su temor más grande se hizo realidad. El violad#r estaba a punto de ser contratado. Acudió a su jefa inmediata, pidió el apoyo del Auditor Superior quien, tras semanas de negarle una audiencia, le respondió: “como yo no vi, no sé si realmente paso, y además es algo que no paso en el Auditoría” (la violaci#n).
Vanessa tuvo una recaída en su salud mental. El psiquiatra le dio incapacidad de tres meses. Sin justificación legal valida, en ese tiempo recibió solamente la mitad de su sueldo. Su jefa inmediata estaba tan molesta porque debido a su salud mental y para evitar toparse con su agresor había solicitado un cambio de área. “No vayas a estar molestando con eso al auditor” (Eso/Viollaci#n).
Claro ella lo hizo al ver que el sujeto estaba siendo defendido por las propias autoridades y que tendría que topárselo a diario en su trabajo. Lo que a su jefa más le preocupaba era que la salida de la víctima implicaba perder una base de su área, y así se lo hizo saber.
Vanessa recibió desprecio y fue revictimizada en su trabajo a tal grado que más de la mitad de sus compañeros ni el saludo de ¡buenos días! le contestaban, por el temor a su jefa. Cuando por fin logró su cambio, fue sacada de su área laboral como delincuente, le pelearon hasta la pluma que traiga en su mochila. A penas le notificaron su cambio regreso a su escritorio y ya otra persona estaba en su lugar.
NO SE PUEDE HABLAR DE JUSTICIA SI DUELE OTRA VEZ
La ley señala que la revictimización genera un sufrimiento adicional a la víctima, una victimización secundaria que puede manifestarse a través de tratos injustos, negligencia, o incluso criminalización de la víctima.
Vanessa es solo una de muchas historias dolorosas que deben conocerse, sobre todo en la recta final de la primera elección judicial, en la que uno de los aspirantes tamaulipeco fue incapaz de defender y proteger en su ambiente laboral a una mujer que fue abusada sexualment3.
En respuesta a la queja No 163/2024V Óscar Alberto Lara Sosa, señala refiriéndose a la violaci3n “…los supuestos hechos…ni se niegan, ni se afirman, por no ser hechos propios de la Auditoria Superior del Estado.
La jefa y el ahora candidato, negaron también saber de la denuncia en contra del agresor, aunque Vanessa les aviso antes de que el sujeto fuera contratado; ellos lo negaron hasta por escrito.
“Julio César N, fue contratado desde los primeros días del mes de febrero…y la quejosa hizo del conocimiento a su superior de los supuestos hechos hasta el mes de abril”…”se niega que se estén privilegiando los intereses de otro trabajador, sobre los de la hoy promovente y mucho menos que esté siendo víctima de acoso laboral”.
A bueno, hay una diferencia si sabían antes o después y ya con eso, muy al estilo de Poncio Pilatos, se lavaron las manos. Como el sujeto ya está contratado, para ellos no ha importado que este acusado de violaci#n.
Se imagina mi tan fino y fina lectora que el Poder Judicial este a cargo de juzgadores que no solo carezcan de conocimiento, si no que de empatía y la sensibilidad necesaria para evitar la revictimización, como un acto de JUSTICIA.
LOS MONSTRUOS DE CASAS BLANCAS: LA HISTORIA DE DOS INOCENTES NIÑOS
Hay una historia que no deja de doler en el corazón de los victorenses, se trata de “Los Monstros de Casas Blancas”.
En 2021 dos niños de 4 y 5 años de edad fueron encontrados en su domicilio en la colonia Casas Blancas en ciudad Victoria, víctimas de lesiones y viol@cion; los acusados eran la propia madre, Paola Monserrat “V”, el padrastro de los menores Alán Patricio “G” y el hermano de éste, Josué Abraham “G”, alias “Rawy”, quienes fueron vinculados a proceso, sin embargo este último fue dejado en libertad por Mariela Estefanía Zurita Lugo, quien busca el cargo de magistrada.
Fue el colectivo feminista Aquelarre de ciudad Victoria, quien denunció públicamente a la aspirante, ante la preocupación de que la abogada siga dejando en libertad a culpables y deje indefensas a las víctimas.
Llevar a la cárcel a quienes cometen un agravio en contra de los más vulnerables es en definitiva una OBLIGACIÓN y más para quienes aspiran a un cargo relacionado con ejercer justicia.
Pero qué pasa cuando él o en este caso la encargada de hacer justicia libera a una persona implicada en el caso de abus3 contra dos menores, por ser familia, en dónde está ahí la justicia.
Hoy tenemos el compromiso de elegir jueces y magistrados, estemos o no de acuerdo con el nuevo proceso de elección, salgamos a ejercer nuestro derecho y elijamos con conciencia a las y los mejores candidatos: y por qué no, castiguemos a quienes han fallado a pesar de haber tenido la oportunidad de defender a las víctimas desde su trinchera.
La justicia se construye con ética, memoria, moral y dignidad y sin duda alguna hay historias que no deben repetirse, agradezco a Vanessa abrirme su corazón y compartir la lucha que enfrenta desde el 2018; en la Resistencia; ojalá tras este proceso las víctimas no tengan que temerle más al juez.
Sin duda alguna con cada decisión justa, el juez representa la voz de la razón en medio del conflicto, de ahí la importancia de elegir con conciencia, para todos y todas aquellas que carecen de justicia y viven en la Resistencia.
Agradezco mi valiosísimo lector@ el tiempo de su lectura y que comparta en sus redes, mi nada humilde opinión de un tema, del que se tiene mucho que decir, y se dijo.
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