Agencias.- El gobierno de Daniel Ortega ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias que tiene la Iglesia católica nicaragüense. Esto sucede luego de fue anunciada una investigación por lavado de dinero contra varias diócesis del país pues según la Policía Nacional de Nicaragua, encontraron dinero ilícito en diferentes parroquias.
El máximo representante de la Iglesia católica en Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, confirmó que las cuentas bancarias de varias diócesis fueron intervenidas por la Policía Nacional bajo el pretexto de una investigación por supuesto lavado de dinero.
«Yo puedo responder por mi parroquia. Nosotros llevamos nuestras cuentas y ahí prácticamente está tanto las colectas como las ofrendas que dan y en cualquier momento que se nos pida la información pues la daremos», señaló Brenes.
El cardenal Brenes deberá presentar documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis intervenidas.
Investigación contra la Iglesia católica
Según un comunicado de la Policía Nacional de Nicaragua tienen suficientes pruebas para señalar que la institución religiosa ha blanqueado dinero, incluído bolsas con dólares econdidos.
El comunicado señala que «La Policía Nacional inició investigaciones que llevaron al hallazgo de centenares de miles de dólares, escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a diócesis del país. La Fiscalía General de la República, la Superintendencia de Bancos y la Unidad de Análisis Financiero ha confirmado movimientos delictivos».
Sin embargo, abogados consultados por la Voz de América señalan que las acciones del régimen de Ortega contra la Iglesia católica forman parte de la persecución que hoy se vive en Nicaragua. «No hay ningún indicio probatorio de que la procedencia de este dinero es ilícita», señaló el abogado Juan Diego Bereberena.
En ocasiones anteriores, Daniel Ortega ha acusado a la Iglesia católica de Nicaragua de intentar sacarlo del poder mediante un golpe de estado. Así mismo, su régimen ha detenido y encarcelado a varios obispos y sacerdotes que percibe como opositores y enemigos.