Por María Jaramillo Alanís
Informativo Victoria.-La trayectoria de Olivia Malibrán es de larga data. Junto a Salvador Castillo Lastra (+), su maestro y esposo, fundan el Taller de Pintura y Escultura Maestro Alfredo Zalce, por el que han pasado cientos de niñas y niños, muchos de ellos abrazaron el amor por las artes en la casa-escuela de Olí y Salva.
Sí, el título de la exposición es un vuelco al corazón de quienes miramos absortos las colecciones de vestidos, gallos y claro, las claves musicales, las flores, ese todo que alberga el corazón y creación de Olivia.
Sus colores intensos representan nuestro entorno que muchas de las veces es de un intenso gris, ocre, bermellón, amarillo o azul profundo. Olí pinta la naturaleza del terruño con pasión.
Reconocer a Olivia Malibrán es reconocer el talento, la dedicación que pone en cada obra que nace desde su óptica de gran artista.
No reconozco en la obra de Olivia, una corriente pictórica, y es que la maestra Malibrán es auténtica y es única.
La influencia, que veo al observar su obra es la de su cercanía al más crítico de su obra; Salvador, un escultor y artesano que moldeo a una gran artista, aunque jamás se lo he preguntado.
La exposición de Olivia Malibrán se inauguró el 14 de junio y estará hasta éste sábado 25 en el atrio del Centro Cultural.
Gracias por tanto Olivia, por regalarnos un remanso de color y arte en medio de la mediocridad y oportunismo, en medio de la sequía cultural y de apoyos gubernamentales, a los que jamás has acudido.
Gracias por crear en la resistencia y en la resiliencia.
De corazón a corazón Olivia Malibrán…Gracias.