Por Perla Anzúa Martínez
En charla de café con comunicadoras resurgió la historia del proceso electoral del 2008, en el que fui elegida como secretaria general de la Unión de Periodistas Democráticos (UPD) Victoria. El maestro del periodismo Azael Jaramillo, estaba por entregar su estafeta, el día de la contienda se acercaba, y no aparecía el padrón de integrantes que tenían derecho a votar. Desesperado mi antecesor buscaba la forma para que le fuera entregada y con ello dar agilidad al proceso de elección. Para meter presión al asunto, dejó claro que era mi exigencia: Perla Anzúa quiere la lista, ¡enloqueció de poder!
Desde ese día a la fecha reímos a carcajadas cada vez que la mencionamos, porque se trata de una expresión excesiva, chusca y sarcástica, pero en estos tiempos de transición en el poder legislativo y presidencias municipales de Tamaulipas, encontrarnos con políticos y encargados de áreas de prensa que aún no toman protesta en su cargo y han enloquecido de poder, es un tema preocupante y para nada gracioso.
Enloquecer de poder, no beneficia al pueblo y parece un mal augurio para el futuro de las y los tamaulipecos.
Si evaden saludos de electores que los llevaron al triunfo, ¡imagínense!, el cerrón de puerta que van a recibir en la cara, el día que acudan a sus oficinas a demandar que se cumpla con lo prometido en campaña.
El pueblo de Tamaulipas, es noble, da su voto de confianza, aun tiene fe en aquellos que han ido a tocar a su puerta; pero también las y los tamaulipecos conocen el castigo y el poder del sufragio.
Para la mayoría de la clase política se trata de poder y dinero, pero para los ciudadanos emitir el voto, es un acto de fe.
¡Huele a plástico!
Este 2021, nos han ofrecido esperanza y transformación, el resultado un triunfo torrencial de los morenistas y sus aliados. ¡Hay de aquellos! que no trabajen bajo los tres mandamientos de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo, pues queda claro que fue el efecto AMLO, el que llevó al éxito a muchos candidatos desconocidos, sin merito alguno y hasta dos tres casos, en los que incluso, si se les queda viendo por unos segundos, se va a dar cuenta que ahí por la nuca, entre el cabello, traen todavía el plástico pegado, donde no han estrenado el cerebro. ¡Ánimo!
Mis queridos lectores, serán ustedes quienes por sus acciones los calificarán, sigamos luchando desde la resistencia de nuestras guaridas, con esperanza, pero alertas, observando con lupa a quienes elegimos para ser nuestros representantes en el Congreso y las alcaldías de Tamaulipas.
¡Si no cumplieren, que sea el pueblo quien lo demande!, así lo juraran el próximo primero de octubre.
Se tendrá que reformar la ley y aprobar la revocación de mandato, para que seamos los electores quienes exijamos que alcaldes y diputados que traicionen al pueblo sean depuestos.
AVA llama a diputados electos a hacer historia…
Américo Villarreal Anaya, quien trabaja por la candidatura a gobernador de Tamaulipas, sabe muy bien que no son tiempos para subirse al ‘ladrillo’ y lo dejó claro al participar el fin de semana en la Tercera Reunión Plenaria de Legisladores de la LXV Legislatura de Tamaulipas.
“Cómo quieren pasar a la historia, como verdaderos promotores de la legalidad y la justicia o cómo los legisladores que concluyen el día último del mes”.
Fue puntual con los diputados porque sabe que no es momento de errores, el estira y afloja que viene requiere de compromiso con el pueblo y unidad entre los actores políticos.
Apropósito, este lunes el Universal da a conocer los resultados de la encuesta de Enkoll, en la que se coloca al Senador tamaulipeco como el ganador de la elección interna de Morena con un 28% de la intención de voto bruta.
Le sigue con un 14% José Ramón Gómez Leal, quien se rumorea podría ser el próximo dirigente de los morenistas en el estado.
Nuestro flamable; perdón, flamante Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, en el último tramo de su ejercicio va directito y en picada; “y no lo digo yo”, (dixit Cabeza de Vaca), en los resultados de la encuesta se muestra que el 67 por ciento de la población desaprueba su mandato.
Caso contrario, el presidente Andrés Manuel López Obrador cuenta con una aprobación del 73 por ciento.
El lector tiene la última palabra, aquí le dejo mi nada humilde opinión de lo que ¡se tenía que decir y se dijo!
twitter: @AnzuaPerla
