Agencias.-Rafa Nadal y Xisca Perelló son una pareja a la antigua usanza. Además de un noviazgo eterno de 14 años, cultivan ese arte tan isleño de la máxima discreción. Jamás hablan de su vida privada y, a bote pronto, nadie les recuerda un arrumaco, lo raro habría sido un bodorrio de 800 invitados y paseíllo.
Lo suyo ha sido una boda íntima con apenas 200 invitados en uno de los lugares más seguros de Mallorca y con la prohibición expresa de llevar móviles.
El enlace de dos milennials tan acostumbrados a ser novios que han acabado invitando a los mismos que podrían haber ido a sus cumpleaños: familia, amigos y nadie del papel cuché. Solo ese lugar privilegiado y la presencia de los reyes eméritos don Juan Carlos y doña Sofía daban daban la pista de que hoy se casaba uno de los mejores tenistas de la historia.
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